Fronteras (Guatemala) Día 14
Un día, hace más de tres años, cayó en mis manos un anuncio:
ONG CASA GUATEMALA
NECESIDADES URGENTES
Necesitamos profesores de educación infantil para un año escolar en un área de la selva guatemalteca. Es necesario hablar correctamente el castellano, así como estar dispuesto a trabajar en condiciones muy restrictivas y con pocos materiales. En otras palabras, necesitamos gente creativa dispuesta a probarse a sí misma en todo tipo de circunstancias. No es indispensable estar titulado, pero en este caso, debes tener experiencia en educación al aire libre y programas educativos alternativos. Se organiza la estacia con los demás voluntarios en una casa con literas, sin electricidad, con las necesidades básicas de alimentación cubiertas. Están en una zona de jungla, con mosquitos, todo tipo de insectos y ocasionalmente algunos escorpiones tarántulas y serpientes. Si aceptas la solicitud, ponte en contacto con el orfanato CASA GUATEMALA.
No hace falta decir que mi experiencia en educación al aire libre y programas educativos alternativos es tan extensa como la de Jesulín de Ubrique, pero la cosa ha colado y ya llevo una semana aquí, en CASA GUATEMALA.
El trayecto desde el aterrizaje en Cancún (México) hasta Fronteras (Guatemala) implicó una suma de 26 horas en lo que los turistas USAmericanos tienden a llamar «chicken buses» (nunca un nombre fue tan clarificador) Y si Fronteras ya está de por sí en el culo de Guatemala, la hora que pasas remontando el Río Dulce hasta el orfanato es una experiencia que impresiona de verdad. La selva va invadiendo los márgenes hasta convertir ambas orillas en paredes verde esmeralda allá donde pega el sol. Pájaros cuyo nombre desconozco y pelícanos, grullas, patos, garzas, tucanes, águilas. Se escucha por primera vez el rugido del mono aullador, entre gato furioso y cerdo en el matadero. Y vas rememorando el contenido de aquella nota que leiste hace tres años:
…los voluntarios viven en una casa con literas… (las sábanas son mías, no queráis ver el colchón)
…sin electricidad… (Jordi, voluntario mallorquín caracterizado de druida, mientras fabrica veneno para ratas a partir de medicamentos caducados)
…con las necesidades básicas de alimentación cubiertas… (serán básicas en la guerra)
…en una zona de la jungla…
Cuando llegas, el barquero te abandona en este muelle. Tú, tus maletas y una idea rondándote la cabeza mientras ves alejarse tu único modo de salir de allí: «esto va a ser memorable…»
Y entonces una amable señora te recibe «Híjole! Habla usted como un lisensiado… Ni modo Don Arturo, cabal» Y te enseña la que será tu aula por fuera…
…y por dentro
…y todo el orfanato…
…y ya estamos dentro (con algún problema de identidad sexual)…
…estos son mis alumnos, cuando aún tenía esperanzas de hacer una fila con ellos (nótese el interés del niño de rosa y de los sentados en las gradas por ponerse «a la fila» mientras a mi se me salen las cuerdas vocales llamándolos)…
…yo mismo…
…mis compis voluntarios…
…y el lugar en que vivimos…
No está mal para empezar.
Saludos a todos, que me voy a comer. Hoy que he salido al pueblo de descanso y después de una semana de «alimentación básica cubierta» va a tocar tocar banquete.