San Cristóbal de las Casas, estado de Chiapas (México)     Día 79

Será la falta de paella que me vuelve sentimental o la humedad del ambiente que reblandece los ánimos pero a mi Chiapas, su gente y su causa, me ha llegado. Pocas experiencias en lo que queda de viaje podrán igualar al momento en que me vi sentado en la misma mesa tomando café y charlando con los líderes de una villa zapatista, todos pasamontañas en ristre. De película.

Y es que hace tiempo ya que la rebelión zapatista por los derechos de los indígenas y el subcomandante Marcos y todo el follón dejaron de aparecer en los telediarios pero la lucha en Chiapas sigue en pequeños pueblos rebeldes donde los indígenas viven como en la aldea de Astérix y Obélix frente a los romanos, resistiendo. Tuvimos la suerte de visitar uno.

Se vino Elisa, una colega del orfanato.

El pueblo tiene escuela, enfermería, promotores de salud, todo montado por ellos mismos con la ayuda de algunas ONGs extrangeras y pasando del gobierno. También tiene una cooperativa artesanal de mujeres, dándoles una oportunidad de trabajar, un futuro para las niñas, diferente al cocinar, fregar y parir.

 

La guinda al pastel de la visita a Chiapas, aún impactados por la visita a los zapatistas, fueron la ruinas mayas de la ciudad de Palenque a hacer el guiri un rato y a sacarnos fotos de revista de viajes.

Y allí, entre las tiendas de recuerdos para guiris, encontramos que a los guerrilleros zapatistas ya se les vende en formato souvenir, flipad con los muñequitos.

Lo que no consiga el marketing…

Ciudad de Guatemala (Guatemala)           Día 78

Fin de fiesta en Guatemala, mañana a México y después… después aún más lejos!

Santiago de Atitlán (Guatemala)         Día 76

Si a América Latina no le falta algo eso son iglesias y conventos. Hay tal concentración que ni ellos deben saber cuantas hay en cada pueblo. Se nota que los misioneros españoles se lo curraron, eso sí, hay un lugar al que debió llegar Homer Simpson a evangelizarles. Ese lugar está en Guatemala.

Llegué hasta Santiago de Atitlán atraído por las historias sobre ritos chungos de la peña autóctona con lo que mi primer punto de investigación fue la iglesia local. Decepción profunda. La de mi pueblo rebosa glamur comparada con ésta.

Casualidades de la vida que fueran los niños espontáneos de la foto los primeros en hablarme del santo local, Maximón, que sería un santo más de la colección si no fuera porque éste fuma puros y le pega al rón que no veas. Un santo moderno, qué coño. Aquí os lo presento.

Cada año lo trasladan de una casa del pueblo a otra, así la responsabilidad de cuidarlo pasa por todas las familias. Si os fijais, en la boca tiene un puro y a los lados un par de ceniceros petaos de colillas. Lástima no haber pillado ninguna ofrenda de rón porque me contaron que le ponen un cubata a cada lado del altar para pedirle suerte… No sé yo al final quien se los trincará. Y sí amigos, a este ninot de falla la gente lo adora que no veas.

Y qué os voy a contar del resto de la tropa, la falla al completo…

Después de un rato interrogando a los lugareños por las identidades de los pequeños hombrecillos de verde recibí como tres o cuatro respuestas diferentes pero la mejor de todas me la dieron los sacerdotes, repito, sacerdotes del lugar. Quién son? A saberrrr…

Será la fe, que mueve montañas.

Panajachel (Guatemala)     Día 71

Último tour por Guatemala. La semana que viene acabo el curro en el orfanato y tras el reggeaton y la fiesta de despedida, me voy con unas amigas a México!!! Pero nadie se pira de Guate sin ir a ver el lago Atitlán.

El lago en sí no dejaría de ser otro charco grande si no fuera por el increíble entorno en el que está: varios volcanes rodean su perímetro y el reflejo del cielo y los bosques le dan un color flipante. El paisaje es espectacular.

Como en realidad se trata de un cráter volcánico lleno de agua, a la que das dos pasos no tocas tierra, así que nos limitamos a quedarnos en la orilla. El agua es así de transparente.

Las actividades básicas, descartado el baño y el piragüismo es pillar caminitos y visitar los pueblos que rodean al gran charco. Así vas encontrando calitas de un calibre bastante caxondo.

Lástima que algunos de las mejores fueran propiedad privada porque hubo que invadirla sin contemplaciones.

De los pueblecitos del lago Atitlán se pueden decir dos cosas:

1) Las farmacias no están del todo surtidas

y 2) Los santos de las iglesias dan un poco de mal rollo

Eso sí, la peña y sus trajes son muy auténticos. En la zona del lago la población maya es mayoritaria y se nota.

Nada mais por hoy. La semana que viene actualizo tras la fiesta de despedida y antes de dejar Guatemala. Para los que se han interesado por mi estado de salud, he de decir que ya estoy recuperado del todo del tema renal pero ahora he pillao una conjuntivitis de caballo, ahhhh!!

Para el próximo viaje fijo que me hago un seguro médico.

La Antigua (Guatemala)    Día 58

A grandes males, grandes parches.

Como bien sabe todo aficionado a los cólicos, el mejor remedio en caso de crisis es aplicar calor local. Algo quemando sobre los riñones, vamos. Y qué mejor lugar para encontrar cosas quemándose que un volcán.

Después de hora y media de escalada en la que quedó de manifiesto mi lamentable estado de forma nos hemos plantado en el cráter del Pacaya. Si este lugar estuviera en Europa habría un caminito asfaltado, vallas de seguridad, la visita valdría un pastón y, si acaso, verías el cráter detrás de una barandilla. Aquí a pelo. Sin paños calientes. Venga guiri, quieres volcán, pues venga, a retozarte por la lava y a quemar palitos, que mola que te cagas.

Y a la que el primero del grupo se mete en la lava, los guiris, que por definición funcionamos en manada, nos metemos detrás del flautista de Hammelin, que pa mi que si se tira al cráter vamos todos tras él.

Durante nuestra saludable estancia tuve la oportunidad de quemarme varias parates de mi cuerpo y esnifar gases sulfurosos, por no hablar de las suelas de los zapatos, perdidas para la causa.

Y descubrimos nuevas especies antes desconocidas, los chuchos de volcán, que haberlos haylos.

Tocará que comprar otras.

Así son las cosas y así se las hemos contado, otro día mais. Prometo actualizar pronto, cuidaros mucho y esnifad sólo lo que os dejen!

 

La Antigua (Guatemala)       Día 56

Quien ha vivido un cólico nefrítico sabe lo que es el dolor. Quien lo ha vivido de noche, en medio de la selva y sin Nolotil, sabe lo que es la desesperación.

Bienvenidos a Antigua, la capital colonial de Guatemala, visita obligada de todo guiri en kilómetros a la redonda y por ello, el lugar con la mayor concentración de buenos médicos del país. Tras cinco cólicos en las últimas dos semanas me he decidido a venir. La putada se ha ido repitiendo: noche profunda, dolor repentino y un servidor, mano en el riñón, caminando por la selva como Chiquito de la Calzada buscando cerillas para hacer un fuego y calentar agua, no puedorrr, no puedorrrr… Noche en vela hasta que me evacúa una barca al día siguiente y consigo llegar al farmacéutico del pueblo, quien me endosa en el idílico corral de su casa un par de pinchazos entre patos y gallinas mirandome con cara de pena. Toda una experiencia.

La culpa, parece ser, no fue del chachachá sino de la alta concentración de sales del agua embotellada de Guatemala. Desde entonces, me la miro con un cierto resquemorr…

Objetivo claro: hacerme una radiografía. Como era de esperar, la cosa no iba a ser tan fácil. Los aparatos de rayos no es que se vendan en el todo a cien precisamente y tienden a escasear por estos lares, tanto que sólo contados especialistas los tienen. Sí, amigos, he ido al ginecólogo… y no como acompañante…

Bienvenidos a Antigua, decía. Liberado ya del pedrusco que vivía en mi interior me tomo una semana de merecido descanso por prescripción médica. Esta ciudad fue durante la tira de tiempo capital colonial de Centroamérica cuando los españoles eran los que cortaban el bacalao por aquí. Como toda ciudad colonial, ya te viene de serie con sus casas de colores y sus calles empedradas que putean de la ostia para andar con las chanclas.

Además, ésta tiene extras tipo volcán de fondo y edificios bien conservados…

…y otros cuyo estado da qué pensar…

En la práctica, la Antigua es un centro turístico bastante artificial, petada por todos lados de hoteles, bancos, invasión de guiris y tiendas en inglés. A mi no me acaba de congratular mucho. Te encuentras todo tipo de restaurantes menos guatemaltecos. Que si chinos…

…irlandeses…

…y, como no…

Pensaría que estoy viviendo en Suiza si no fuera porque los mayas le dan un toque de autenticidad al tema.

En fin, para pasar dos días y prou. Nada mais por hoy, os dejo con unos consejos útiles ahora que estamos en veranito y se bebe cualquier cosa por ahí…

Fronteras (Guatemala)       Día 30

Dejamos Tikal y la selva profunda para subir a las montañas enlatados en fragoneta de llevar vacas para descubrir el que muchos consideran el lugar más bonito de Guatemala.

En lengua Q’echí, Semuc Champey significa “el lugar donde el río se esconde». Resulta ser un paraje oculto por la vegetación donde el río Cahabón, cuyas aguas bravas bajan con bastante mala leche, desaparece súbitamente bajo una enorme roca y resurge de nuevo 300 metros más allá. Cosas de la roca caliza que justo en esa franja, donde el río se sumerge, van formandose unas piscinas naturales poco profundas a partir del agua de los arroyos que descienden por las laderas de la montaña. El panorama impresiona.

Al principio fue un poco trastocante. Nosotros, que íbamos dispuestos a pasar un relajante día de bañador y chancletas, nos encontramos con una subida de hora y media de montaña enfangada para llegar al mirador. Chanclas y todo.

Y tras otro rato más de bajada llegamos al punto conocido como «el sumidero», donde el río se esconde y empiezan las pozas a aparecer (al fondo el río y abajo la primera piscinita)

A partir de ahí vas bajando el «sendero de los manantiales», la ruta de agua color verde turquesa que hacía un momento habíamos visto desde las alturas. Muy bonitas pero muy resbaladizas. Más de uno acabamos dándonos ostiones de campeonato al intentar saltar una cascada.

Ya de vuelta al albergue casi olvidamos que aún nos faltaba la ruta en flotador gigante por el río, de la que por cuestiones de humedad y aparatos electrónicos sólo puedo ofrecer la imagen previa.

En la tarde de aquel día estaba planeada la visita a las grutas de Lanquín, a donde llegamos a la hora de cierre, así que hubo que meter un poco de palique para que nos dejaran pasar. «Ahorita volvemos»

As{i que nos pusimos nuestros complementos de espeleólogos y pa dentro.

Las grutas en sí, una castaña. Típica gruta estándard con sus paredes a lo cueva…

…y sus fotos en las que sólo se ve un fondo negro y ya.

Ingenuos. Con lo que no contábamos era con estar entrando en casa de los legítimos habitantes de las cuevas. Unos animales que al anochecer, salen en tromba busca de alimento…

Para sentirlo hay que vivirlo. De repente se empezó a escuchar un revoloteo que cada vez se hacía más fuerte hasta convertirse en un potente ruido y una nube de miles de murciélagos cubrió el techo de la cueva volando hacia la salida. Menos mal que son ciegos porque se habrían descojonado con nuestros caretos de pánico.

IM-PRESIONANTE

Fronteras (Guatemala)          Día 30

No todo iba a ser trabajo y menos estando tan cerca del Caribe. La semana pasada, aprovechando la entrañable festividad del día de las fuerzas armadas guatemaltecas, tuvimos cuatro días de puente para visitar uno de los lugares imprescindibles, Tikal, la mayor ciudad de la antigua civilización maya. Quien haya visto «Apocalypto» sabe de que hablo.

El lugar es mucho más que templos de piedra, esculturas y historia, ya que visitarlo implica una excursión de horas por caminitos entre la espesura de una selva que se conserva tal cual era antes de que Colón llegara por estos lares. Son 800 kilómetros cuadrados donde aún viven pumas y jaguares, loros y tucanes y monos y ranas de colores que te miran con cara de mala leche. Es tal la vegetación en los alrededores de Tikal que la llaman el segundo pulmón de América tras el Amazonas. Tú compras tu entrada, se abre una barrera y te sueltan en un sendero enfangado, mapa en ristre y búscate la vida. Esta es una foto desde un mirador en la que se aprecia el calibre del lugar (al fondo sobresalen las puntas de los templos)

Y tiras palante por el caminito enfangado entre plantas misteriosas…

…y templos entre la espesura…

Mucho antes de que las carabelas asomaran sus proas Tikal llegó a ser la ciudad maya más poblada con casi 100.000 habitantes. Un día, aún no se sabe por qué, sus ciudadanos dejaron abandonadas todas sus casas y templos y se marcharon a las montañas. La selva se lo tragó todo y este lugar permaneció en secreto por muchos siglos hasta no hace mucho. Se agradece que ahora, abierto para los visitantes, se hayan tomado la molestia de poner ciertos cartelitos.

…mientras te haces fotos con cada árbol que ves….

…y con todo lo demás…

Para acabar, no olvidemos cuidar a los seres queridos.

PAZ Y AMOR.

Fronteras (Guatemala)   Día 14

Un día, hace más de tres años, cayó en mis manos un anuncio:

ONG CASA GUATEMALA
NECESIDADES URGENTES

Necesitamos profesores de educación infantil para un año escolar en un área de la selva guatemalteca. Es necesario hablar correctamente el castellano, así como estar dispuesto a trabajar en condiciones muy restrictivas y con pocos materiales. En otras palabras, necesitamos gente creativa dispuesta a probarse a sí misma en todo tipo de circunstancias. No es indispensable estar titulado, pero en este caso, debes tener experiencia en educación al aire libre y programas educativos alternativos. Se organiza la estacia con los demás voluntarios en una casa con literas, sin electricidad, con las necesidades básicas de alimentación cubiertas. Están en una zona de jungla, con mosquitos, todo tipo de insectos y ocasionalmente algunos escorpiones tarántulas y serpientes. Si aceptas la solicitud, ponte en contacto con el orfanato CASA GUATEMALA.

No hace falta decir que mi experiencia en educación al aire libre y programas educativos alternativos es tan extensa como la de Jesulín de Ubrique, pero la cosa ha colado y ya llevo una semana aquí, en CASA GUATEMALA.

El trayecto desde el aterrizaje en Cancún (México) hasta Fronteras (Guatemala) implicó una suma de 26 horas en lo que los turistas USAmericanos tienden a llamar «chicken buses» (nunca un nombre fue tan clarificador) Y si Fronteras ya está de por sí en el culo de Guatemala, la hora que pasas remontando el Río Dulce hasta el orfanato es una experiencia que impresiona de verdad. La selva va invadiendo los márgenes hasta convertir ambas orillas en paredes verde esmeralda allá donde pega el sol. Pájaros cuyo nombre desconozco y pelícanos, grullas, patos, garzas, tucanes, águilas. Se escucha por primera vez el rugido del mono aullador, entre gato furioso y cerdo en el matadero. Y vas rememorando el contenido de aquella nota que leiste hace tres años:

…los voluntarios viven en una casa con literas… (las sábanas son mías, no queráis ver el colchón)

…sin electricidad… (Jordi, voluntario mallorquín caracterizado de druida, mientras fabrica veneno para ratas a partir de medicamentos caducados)

…con las necesidades básicas de alimentación cubiertas… (serán básicas en la guerra)

…en una zona de la jungla…

Cuando llegas, el barquero te abandona en este muelle. Tú, tus maletas y una idea rondándote la cabeza mientras ves alejarse tu único modo de salir de allí: «esto va a ser memorable…»

Y entonces una amable señora te recibe «Híjole! Habla usted como un lisensiado… Ni modo Don Arturo, cabal» Y te enseña la que será tu aula por fuera…

…y por dentro

…y todo el orfanato…

…y ya estamos dentro (con algún problema de identidad sexual)…

…estos son mis alumnos, cuando aún tenía esperanzas de hacer una fila con ellos (nótese el interés del niño de rosa y de los sentados en las gradas por ponerse «a la fila» mientras a mi se me salen las cuerdas vocales llamándolos)…

…yo mismo…

…mis compis voluntarios…

…y el lugar en que vivimos…

No está mal para empezar.

Saludos a todos, que me voy a comer. Hoy que he salido al pueblo de descanso y después de una semana de «alimentación básica cubierta» va a tocar tocar banquete.

Barcelona (España)        Día -1

31 de octubre de 2006
Mochila para un viaje a Asia (10 meses)

22 de Junio de 2008
Mochila para el viaje a América (X meses)